La inversión en infraestructura es clave para el desarrollo del país. Sin embargo, los combustibles utilizados en la producción de los materiales de construcción son cada vez menos accesibles y con mayor impacto para el medio ambiente. Son menos accesibles porque algunos están sujetos a precios internacionales – los combustibles fósiles son importados en su totalidad - o bien porque contaminan o porque utilizan recursos naturales de manera no sostenible (Bosques nativos).
Gerardo Blanco, Estela Riveros, Cecilia Llamosas, Juan Pane, Gabriela Cazenave, Matías Sacco, María del Mar Scavone, Gabriel Pereira, Victorio Oxilia y Arturo González
Proyecto PINV18-945 “Construyendo un futuro energético sostenible hacia un enfoque transdisciplinario de toma de decisiones para la evaluación e implementación de estrategias de políticas públicas para el sector energético y el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible en el Paraguay”
Grupo de Investigación en Sistemas Energéticos - GISE
“Los insumos para la construcción, como la cerámica roja y la cal, usan gran cantidad de leña en su proceso de producción. En su totalidad, proviene de bosques nativos o de los desmontes para el cambio del uso del suelo. Pero no se trata solamente del origen de la leña, sino de la cantidad necesaria. En ese sentido, para fabricar los insumos para una casa de 45m2 se deben usar 8 toneladas de leña. De hecho, si se decidiera cubrir el déficit habitacional en el país, necesitaríamos quemar 25.000 hectáreas de bosque nativo. Estos números nos llevan a entender que necesitamos acuerdos para el uso de fuentes de energía sostenible en la industria de la construcción”, indican los responsables del proyecto.
En el caso específico de la producción del Clinker de cemento, los investigadores señalan que el elevado uso de coque de petróleo genera gran cantidad de gases de efecto invernadero con su consecuente impacto para el cambio climático. Por otro lado, el uso de esa fuente energética implica una alta dependencia externa, en un mercado de precios volátiles; ya que están sujetos a infinidad de factores externos agravados por otras situaciones como la sequía. que encarece la logística de transporte de este producto (migración del transporte fluvial al transporte carretero). Teniendo en cuenta lo mencionado, proponen evitar la compra de este combustible y reemplazar su uso por otros de origen local y menos contaminantes.
El sector Industria ocupa el tercer lugar en consumo de energía en nuestro país. El mismo, se encuentra desagregado en varios subsectores; para el uso disputable de calor directo, el subsector No Metálicos es el segundo más importante. Dentro del mismo, se encuentran las industrias que producen cemento. Dichas industrias fueron seleccionadas como caso de estudio para el desarrollo de la metodología propuesta en este proyecto.
Escenarios cuantitativos
La variable conducente del sector industria es el VAB Industria (236,137 billones de guaraníes para el año 2050). En la siguiente figura, se observa el aporte de cada uno de los subsectores que lo componen; entre ellos, los No Metálicos (10,862 billones de guaraníes para el año 2050, con una tasa de crecimiento 2019-2050 de 5,89%). Para los 3 escenarios energéticos se emplea la misma variable conducente, debido a que se ha considerado en el proyecto un solo escenario socioeconómico.
Figura 1: Desagregación del Valor Agregado Bruto del Sector Industrial del Paraguay (Fuente: BCP) |
Figura 2: Escenario Tendencia: Demanda de Energía Final - No Metálicos - Calor Directo - Industrias del Cemento. |
Figura 3: Escenario de Transición 1: Demanda de Energía Final - No Metálicos - Calor Directo - Industrias del Cemento |
Figura 4: Escenario de Transición 1: Demanda de Energía Final - No Metálicos - Calor Directo - Industrias del Cemento |
Figura 5: Proyecciones finales acerca del uso de las fuentes |